lunes, 4 de marzo de 2024

El deseo del peregrino

 

El deseo del peregrino. El peregrino dijo al árbol
Hubo una vez hace mucho, mucho tiempo, un peregrino que iba hacia un lugar sagrado, no importa cual
El hombre caminaba despacio, pues ya estaba cansado. A veces su demonio de la guarda, le decía que se volviera, que total la divinidad, está en cualquier lugar, que eso de ir al lugar Sagrado, aquello era dicho con todo respeto, una mémez
El peregrino, mandaba al carajo, al demonio y seguía caminando.
Un día se encontró con un árbol, era hermoso, fuerte
El peregrino se sentó bajo su sombra, había llovido no hacía mucho y de las ramas cayeron, gotas de agua en su cara, que lo refrescaron, luego vio unos frutos, grandes hermosos, eran naranjas, tomo una la comió, le sirvió de alimento, y de bebida, y tiró las mondaduras, no al pie del árbol, sino hacia el camino. 
Se levantó y siguió caminando
Luchando con su demonio de la guarda
Llegó  por fin a la meta de su peregrinación
El lugar había sido derruido
Vaya dijo el peregrino, entonces ya no hay divinidad que adorar
He perdido el tiempo y la vida, viniendo aquí
No hay divinidad
Estamos solos en el mundo
Reemprendió el camino de vuelta, y se volvió encontrar con el mismo árbol
Se sentó de nuevo bajo su rama, hacía mucho sol, y se estaba a gusto
Miró para el árbol
Y, el árbol le hablo, como hablan los árboles, a quien sabe escuchar.
Eres un necio, un gilipollas, un imbécil
Dios ha caminado a tu lado, y no lo has visto, él dispuso me encontrases en tu camino, otro ser humano me plantó, y Dios me hizo crecer, esas naranjas que te has comido, y que por cierto, tenías que haber echado sus mondas a “mi pie”, no en el camino; esas gotas de lluvia que mojaron tu rostro, todo eso venía viene de Dios, que se preocupa de nosotros, de ti en especial.
Yo que soy un árbol le agradezco me haya hecho para servir de alimento, de casa para aves; de lugar de descanso
Las estrellas y la luna, y el sol, y las nubes que te acompañaron hacia el lugar sagrado, Dios las puso para ti
Las aves que amenizaron tu camino, los animalitos, las personas que te ofrecían comida y albergué, Dios las puso para ti
Y, ahora humano entupido, dices. “No hay divinidad, no hay Dios”
Pues pensabas necio, que Dios es un objeto que está en  un lugar, como las vasijas de arcilla de tu mujer
Mira lo que te rodea, ahí está Dios, mira tu corazón ahí está Dios, quieres hablar con él, hazlo aquí
Recuerda Dios siempre te espera, lo mismo que yo, que estoy aquí para todo él que me precisa, estoy porque Dios quiere.
El peregrino, no supo que responder al árbol
Pero su demonio de la guarda le susurro
“hombre eso son delirios de tu mente, los árboles no hablan, Dios no existe”
El peregrino que ya no lo era, se dijo que el demonio, bueno su pensamiento lógico, tenía razón
Se levantó y se fue
Siguió caminando cansando
Hasta que se encontró con una familia pobre, iban huyendo de la guerra, de una guerra pues esta historia pasó hace mucho tiempo
La familia iba cantando e iba feliz
El peregrino que ya no lo era.
Les preguntó porque iban cantando, ellos le dijeron, porque Dios va con nosotros, tenemos sed y hambre, pero sabemos que Dios ha dispuesto un naranjo, descansaremos a su sombra, con sus ramas más fuertes nos haremos una cabaña, y comeremos su fruto. Incluso dijo la mujer, haré juguetes con sus mondas

Qué tonterías, dijo el peregrino que ya no lo era. La divinidad no existe, estuve en el santuario
O sí existe, en realidad el santuario no le gustaba, sabemos que existe, dijo la mujer, por ese árbol y todos los árboles, por los animales, por el río, por nosotros, además hemos hablado con él, o ella pues no es ni hombre ni mujer, y como cualquier ser, se manifiesta

El peregrino que ya no lo era, dijo. Mejor dicho pensó, están locos.. luego preguntó
Cómo qué, hablasteis con él o ella

Sí dijo el hombre, nos pidió un trozo de pan, a  nosotros que vamos huyendo, lo hizo en forma de vieja.  Supimos que era Ella por sus ojos, luego se nos acerco, mejor dicho en un soldado herido, de los que  atacaron a nuestro pueblo, nos pidió ayuda, solo podía ser él, aquello era un disfraz
Después un gatito herido, nos movió a curarlo, ahí lo llevamos, supimos que era él quien lo cuidaba en nosotros
Un caminante que iba a un santuario, debías de ser tú, sí ahora recuerdo eras tú, me dijo hay un árbol con una fruta muy rica, supe que él hablaba por ti

O sea dijo el peregrino que ya no lo era. Entonces era verdad, Dios existe, y es un Dios peregrino, caminante, un Dios que nos acompaña. Voy a volver, quiero adorarlo junto al árbol

No, no lo hagas le dijo su ángel de la guarda, porque llegará un día, en que confundirás al árbol con Dios, y cuando talen el árbol, volverás a ser ateo. Sigue caminando, ese es tu destino.
Y, el peregrino que volvía a ser lo caminó, por la vida, agradeciendo, ayudando, admirando, sirviéndose y amando a los árboles y a todas las criaturas; encontrando en ellas a su Creador, hasta que lo encontró Cara a Cara






martes, 27 de febrero de 2024

Un regalo para Jesús


Un regalo para Jesús
Cuando al niño Jesús, le regalaron un cerdito
Cuando nació Jesús tuvo muchos regalos, pero hubo uno que llevaron unos niños gentiles, de cuya historia hablará otro cuento, era un cerdito, bueno eran dos, uno de cartón, y otro un lechoncito; en una palabra dos cerditos. Y como todos sabemos la Sagrada Familia es judía, y los judíos no pueden comer cerditos, ni jugar con ellos
Pero el bebé Jesús, se encapricho del cerdito de cartón, o algo parecido, y no lo soltaba. San José no sabía que hacer, sí lo veían los rabinos, los apedrearían
Su esposa María se reía. Tranquilo esposo, deja al animalito, escóndelo por ahí, ya le encontraremos lugar, él también fue creado por Dios, sabes José, siento que llegará un día gracias a nuestro pequeño, que  no habrá animalitos impuros, ya nos los hay- ¿Verdad mi vida, dijo tomando a Jesús en brazos? Jesús sonrío y dijo papá, así que María lo pasó a José, no sin antes decir le, no has respondido a mamita.
El pequeñín, acaricio a los dos cerditos, el de juguete y lechoncillo, que José se apresuró a esconder pues venía gente a ver.
Por la noche al bueno de José se le ocurrió una idea, el cerdito se llamará, Pedro Sánchez
No cariño dijo La Virgen, le llamaremos Periquín
Pocos días más tarde huían a Egipto, llevándose a Periquín, en Egipto no había peligro los egipcios admitían a todos los animalitos, aunque no los llevasen al gobierno. Eso los españoles  y otros
El cerdito Periquin fue feliz, y fue regalado a una familia de gentiles, que se hicieron amigos de José y de María. Por supuesto de Jesús, quien desde pequeño aprendió, de su mamá María;  que su Abba, no había creado animalitos impuros. O sería el niño quién lo enseñó a su mamá
No fue la mamá, él era un niño de verdad.
Fin





lunes, 26 de febrero de 2024

Abraham y Jesús.

 

Abraham y Jesús. Cuento reflexión en 3 partes

Abraham había salido a luchar, para apoyar al rey amigo suyo, y a su sobrino Lot

De pronto en un claro del bosque, apareció aquella figura, era alto, esbelto, cabello entre mezcla de negro y rubio, vestía una rara armadura, rara porque no era tal, su pecho iba desnudo. Sobre su pecho, lo que Abraham tomo por una Taú, la letra que representaba el número de hombres con los que habían vencido

El hombre llevaba una copa de oro, que contenía vino, y una hogaza pequeña de pan

Se acerco despacio al Patriarca

Soy Melquisedech, rey de Salem, rey de Paz

Abraham le pregunto por su origen

Pero el hombre le dijo, que no era tiempo de preguntas, su nombre era misterio, un día lo sabría

Luego le dijo que bebiera del vino, que vendría del, de Abraham, y que comiese del pan, que vendría también del.

Abraham no entendía, lo que decía, pero bebió y comió, se sentía en paz

Entonces Melquisedech, bendijo a Abraham siervo de Dios, y bendijo a Abraham. Y le dio la décima parte de lo que se había recuperado en la guerra.

Abraham padre de los creyentes, había recibido La Eucaristía adelantada de manos del Melquisedech eterno. El Hijo de Dios, que sería también hijo de Abraham

Abraham había escuchado, al menos eso le parecía, no siempre era clara, La Voz de su Amigo, le pedía el sacrificio de su hijo, de su hijo único, de Isaac

Abraham no entendía

A qué venia aquella petición. ¿Acaso precisaba pedirle la vida, de su hijo, no podía tomarla él mismo?

¿Y, porqué le había dado a Isaac, con dejarle a Ismael ya le llegaba, Isaac nació, cuando no era su tiempo, fue una obra de su Amigo, la estéril, y vieja quedo preñada, por Isaac, Abraham viviría para siempre, en hijos que serían como las estrellas del Cielo. Pero ahora si moría Isaac, de dónde vendrían los hijos, volvería a quedarse preñada Sara? No su Amigo no era un dios loco, como esos de su padre Teraj, no

Tampoco era un Dios cruel, y no mentía

Abraham se dijo, se lo daré es suyo. Me duele pero lo inmolaré, sé que él me lo devolverá siempre cumple sus promesas. Es veraz

Abraham se dispuso a sacrificar a Isaac, pero un ángel detuvo su mano, en su lugar Abraham ofreció un cordero

De pronto La Voz resonó en su interior.

Abraham no he cancelado el Sacrificio de tu hijo, no tranquilo, Isaac partirá de viejo, el hijo único que será sacrificado, es mi Hijo, si Abraham, soy Papá, se lo que duelen los hijos, Yo entregaré a la muerte a mi Unigénito, para rescatar a mis hijos pequeños, ese Hijo, Abraham será también tu Hijo, y por él te harás tu también Abraham, hijo mío.

Abraham cada vez que escuchaba, La Voz se decía, que no entendía nada. Se calló lo del Hijo de su Amigo

Y, regreso a casa con Isaac, que se había dejado atar como un día, un descendiente suyo, mejor dicho El descendiente suyo, Jesús se dejaría clavar en La cruz

Jesús hijo de Abraham, hijo natural de Dios, el Amigo de Abraham

En el Cielo y en la tierra al mismo tiempo, porque el Cielo es Dios y está en todo lugar.

Abajo en la tierra, donde vivimos la mayoría de los humanos, los santos en el Cielo, siguen siendo humanos

Allá en el Cielo, Dios dijo a su amigo Abraham, fíjate, ahora voy hablar de ti. Estoy ahí, en ese hombre, ese carpintero, ese soy Yo.

Abraham sabía que su Amigo, era capaz de todo, sabía que estaba en el Cielo, que era el Cielo, pero que también llevaba un tiempito, aprendiendo lo que es el tiempo, y, viviendo como hombre, porque ahora también era hombre

En la tierra, unos hombres se acercaron a otro, discutieron con él largo tiempo, eran duros de mente, vamos de vivir ahora, votarían a Pedro Sánchez, con eso se dice todo

El hombre un carpintero judío que ahora andaba de rabino itinerante, ya harto de ellos les dijo

Abraham al que llamáis padre, se alegro pensando en ver mi día, en verme, y cuando sucedió se alegró”, los hombres que hablaban con él, le dijeron. “Estás para que te encierren” bueno no con esas palabras exactamente, pues eran del siglo I, pero el significado era el mismo, le dijeron, tú estás endemoniado, no tienes 50 años y has visto a Abraham

La verdad es que tenían razón, en apariencia, ni 50, ni 400, hacía miles de años, que Abraham había caminado por la tierra

Entonces el carpintero judío, ahora rabí, llamado Jesús, el hijo de una tal María, y un tal José carpintero él, les dijo

Antes de existir Abraham, Yo Soy

Ellos quisieron apedrearlo

Arriba en el Cielo, Dios dijo a su amigo

¿Por qué te alegras de verme?

Tú sabes que sí, dijo Abraham. Y te felicito, que buena respuesta. Que pena no sepan eres tú

Va, como dirían en la tierra dales tiempo. Así recuperó a otras ovejas.

Israel siempre será nuestro Abraham

Fin





Cuando La Virgen se quedó sola


Cuando La Virgen se quedo sola.

Aquella mañana, María fue como siempre a la fuente, llevaba su cántaro, pero una pequeña nube de tristeza, bañaba sus ojos, haciéndolos más bellos, si es que eso era posible

Aquel día, Jesús no vendría a cogerle el cántaro, porque se había ido, ella sabía que un día se iría. Pero estaba tan a gusto con él, escuchándolepreguntándoleenseñándole, si enseñándole que era su madre, y él un ser humano

Jesús se había despedido, le había pedido su bendición, como cualquier hijo, la había comido a besos, pero tenía que empezar su misión.

Primero se iba a hacer bautizar por Juan, luego un tiempo de ayuno y oración. Y a comenzar, cuando Dios quisiera

María le dijo que se cuidará, que durmiera bien, qué se abrigará, que se alimentará

Que no te cuidas, y eso, Jesús no me gusta

Que si me cuido mamá (inma), le había respondido él

Que tengas cuidado, algunas personas pueden no ser muy buenas.

Jesús le había dicho, buenos ahora en la tierra, desde que papá, esta con Papá. Tú y yo, solos mamí; por eso estoy aquí. Tranquila, nos volveremos a ver pronto.

Hasta pronto mamí, Papá está contigo

María lo entendió, sabía que era cierto

Una vecina que escucho dijo

Ese chico, no está bien de la cabeza, le dice que su padre, está con ella, hace más de 12 años que José duerme con los padres, que en paz descansé, era buen hombre, sí muy buen hombre, a ver como sale el hijo, hasta ahora no había queja, pero a dónde irá

Vio que María entraba para dentro de su casa, y fue corriendo, a ofrecerle ayuda, a decirle que paciencia que los jóvenes hoy en día, en cualquier época es “hoy en día”, “que los jóvenes hoy en día, ya se sabe

La invito a comer

María agradeció, otro día, hoy quería estar sola, bueno sola no, no, pero sí. Tenía ganas de llorar, pero eso no lo dijo. Se limito a decir, Si el Cielo quiere mañana, pero podemos si quieres orar juntas a la tarde. Somos mujeres y no es preciso seamos diez.

Es que valemos más que ellos

La Virgen se río

Ay que pena María, que El Señor de Israel, no os diese más hijos, con lo buena gente que erais José y tú

María sonrío un poco, sabes Raquel, siento una Voz que me dice, que seré madre de familia muy numerosa, que ya tengo hijos

Raquel pensó ella también se volvió loca. Luego dijo. A la tarde vendré a orar contigo, oraremos y al tiempo hablaremos de nuestra vida, con el tiempo la idea de Raquel, ya con La Virgen en el Cielo, se haría con algunos cambios, y se llamaría Rosario.

Y, sí el Rosario lo ideo Santo Domingo, pero la semilla empezó un día en Nazaret


Después María entro en su casa, todo le recordaba a su Niño Jesús, porque Jesús era para ella su Niño, le asalto un susto. ¿Y, si no lo volvía a ver?. No protesto, ella seguía diciendo Fiat.

Aquí está Señor tu esclava

Pero su Arcángel de la Guarda, Gabriel, al que ella, llamaba Gaby, y el le llamaba María, aunque en el Cielo, le habían dicho que era su Reina, pero Gaby era es un Arcángel marchoso, y pasaba de formalismos, así que la llamaba

La más resalada, la Graciosísima, y con ese nombre le dijo, Volverás a ver a Jesús, yo también soy su Arcángel de la Guarda, lo verás en una boda, dentro de poco, tú serás para él, el Mensajero del Padre

¿En una boda? Dijo María, entonces ya será el tiempo

No, del todo, pero en esa boda, tú lo pondrás en marcha

Gaby, cuida de mi Niño

Graciosísima, que me cuide él, que además de tu Niño es el Dios de Israel, y el Hijo del Dios de Israel, y el que camina, con el Viento del Dios de Israel. Ay Dios mío, Graciosísima, que me acabo de dar cuenta de algo, que ya sabía, que siendo cierto todo lo que digo. Tú eres La Madre de Dios, la Hija de Dios, el Templo de Dios, y, yo como si tal cosa.

Gabi, yo soy tu María, tu Graciosísima, por su Gracia, que yo nada tengo mío, soy su Esclava, toda la Gloria a Él, pero para mi, Jesús es mi Niño, yo lo deje humanar, cuídamelo, Gaby sí hace falta le riñes.

Lo cuidaré lo prometo. Quien me lo iba decir, Custodio de Dios. Jesús también le había dicho, Gaby cuida a mi Mamí

María sonrió, con Gaby, aunque no lo veía, lo escuchaba en su corazón, no se sentía tan sola, además como decía, su Jesús, el Padre, y la Ruha, estaban siempre con ella, y, él en cierto modo también.

Lo creía, lo sabía. Pero echaba de menos tanto oírle decir.

Mamá, otra vez lentejas, no me gustan, y decirle, come y calla, tienes trabajo. Como una madre normal.

Que eso era, una madre que se había quedado sola.

Empezaba a trabajar sin saberlo su advocación de Virgen de la soledad.

Fin.





La boda de los padres del Mesías

 

La boda de los padres del Mesías

La verdad es que lo que se dice la boda, la firma del contrato nupcial se había celebrado hacía meses, pero ahora iba ser la conducción de la novia esposa, a casa del novio esposo

La joven novia se hallaba embarazada, apenas se percibía su embarazo. Y a nadie escandalizaba, porque los desposados eran ya marido y mujer desde la firma del contrato matrimonial

Es cierto que algunos parientes no veían bien que se hiciera un miércoles, porque el miércoles era para las desposadas vírgenes

Pero Joaquín que sabía la verdad del embarazo de su hija, aunque no podía desvelarlo

Se mantuvo en sus trece

Mi María será conducida a casa de José el miércoles, nadie hay más puro que ella, eso es tan cierto como que ahora mismo, hay nieve en el rosal de mi casa

Las mujeres al escucharlo, se rieron era agosto hacía mucho calor, cómo iba haber nieve, eso era como decir que María con un embarazo de 5 meses, seguía siendo virgen

Decidieron ir a comprobar, bueno iban a reírse un poco, pero cuando llegaron frente a la casa de Joaquín, el rosal estaba pleno de rosas rojas, y al mismo tiempo bañado de nieve

Tuvieron que rendirse

Mientras Ana, acababa el vestido de María, que no quería lujos, le daba consejos, y preparaba también los vestidos de sus 10 amigas, las que saldrían a esperar al esposo a José

Joaquín hablaba con José

José era un joven muy dispuesto, de la familia de David, lo mismo que Joaquín, en realidad era sobrino de esté

Joaquín hay una cosa que me preocupa, tú que eres un hombre de oración me la puedes responder

Joaquín le dijo. Mira hijo, eres judío, un buen judío. Conoces Las Escrituras, sabes que nadie puede tocar el Arca del Señor, tu matrimonio, no podrá ser como el mío con Ana, habréis de ser vírgenes los dos, eso lo sabes

Lo sé Joaquín eso no me preocupa. Lo que me preocupa es como yo, un simple carpintero, que no soy nada ante el Señor, voy a ser el padre de su Mesías. ¿Tendré que dejarle, haga lo que quiera, no le puedo corregir...?

Joaquín se río.

Ay mi yerno querido, ese niño que va dar á luz mi hija, será tu hijo , puestos ella aunque nunca la conozcas es tuya, por matrimonio, deberás enseñarle, mandarle, o se te sube a las barbas corregirle, y sí es preciso un buen azotito ayuda a dormir.

Los dos hombres se rieron

Una semana más tarde, bajo el baldaquino, María y José recibían las bendiciones nupciales de parte de un levita, y José rompía la copa, pisando sus restos y prometiendo ser fiel a María hasta que los pedazos se juntasen de nuevo.

Una comida que duro varios días en los que no falto el vino, celebro. La boda, o conducción ya en casa de José

A la mañana siguiente, María vio que su joven esposo estaba haciendo una cuna, la cuna para el Hijo de Dios, para el Hijo de José, cuna que nunca estrenaría.

Fin



Los hijos de los Reyes Magos


Los hijos de los reyes magos... 

Este cuento, o historia también se podría llamar, “los principitos magos”

Los reyes magos, aunque no eran reyes, sino sabios, astrónomos y astrólogos, estaban casados y viajaban con sus esposas; y sus hijos. El único que no tenia hijos era Eliab, pues le habían muerto, así que era el tío de todos

Pero Baltasar, y Gaspar si tenían hijos y nietos Gaspar

Pues bien, cuando fueron adorar al Niño Dios, sus esposas hijos y nietos les acompañaron

Pero hubo algunos “principitos”, aunque no lo eran, en concreto, 2 nietas de Gaspar, y 3 hijos y una hija de Baltasar, que decidieron volver a ver al Niño

Así que, Lucenda, Gasparina, Anteareta. Junto con sus amigos, Baltor, Arturo, Polaris, y Escandia. Fueron a ver y jugar si los papás del Peque las dejaban, decidieron llevarles algunas cosas, aquello del incienso, el oro y la mirra, que habían llevado su abuelo y padre respectivo les parecía una tontería

Es que los mayores son tontos, dijo Lucenda, para qué le sirve eso para jugar.

Así que tomaron sus juguetes escogieron los mejores, entre ellos iba un cerdito, y Baltor decidió también regalarle un cachorrito de cerdo, que alguien le había regalado.

Por supuesto los pequeños ignoraban que Jesús, no podía jugar con un cerdito, ni comerlo

Y así se fueron a la casa de María y José. La Virgen los mandó pasar, los llevó a donde estaba Jesús, que empezó a hablarles en gallego. Y se quedaron jugando con él, le hicieron cosquillas, Jesús se reía como un descosido, le dieron sus regalos, al Niño lo que más le gusto fue el cerdito, tanto el de juguete, como él de verdad, más el de verdad.

Jesús sabía que no era impuro, Su Papá no hacia nada impuro. Eso es la gente que se monta historias

La Virgen, regreso con unas tazas de leche con miel, no se conocía el chocolate aún, y unos pastelitos de miel y nata, que había horneado ella misma, jugo con los niños, siempre fue una niña, y después San José los llevó junto a los Magos

Que no sabían nada, y los estaban buscando para marcharse.

Antes de irse. Eliab, iría a dar un mensaje a San José, pero esa es otra historia. La del cuarto mago. Que no es la del mago ruso

Fin-



Simeón


Simeón

Simeón era ya mayor, le gustaba ir al Templo casi todos los días. Tenía la seguridad, se lo afirmaba La Voz de Yhv que escuchaba allá dentro del, de que iba ver y conocer al Mesías

Su esposa Raquel y sus hijos y nietos, se reían

Sí hombre sí, le decía Raquel, cuando venga el Mesías, no va tener nada más que hacer, que darte audiencia, a lo mejor te nombra general de sus ejércitos, ah no, que el otro día dijiste que también venía para los perros, es decir los goings, los gentiles, esos que se hacen sus dioses. Cada vez que pienso la cara del rabino Samuel, menos mal, que le dije, te había oído mal, y quería decir los hermanos que viven en la diáspora

Y, tú Simeón sí no te meto dentro de casa a empujones, ibas a decir que venia para, ser su Luz

El Mesías vendrá para aplastarlos, para que Israel reine sobre ellos

Pero tú dale con esa Voz. Que me das miedo esposo

Simeón se acabo de arreglar, rezo su Shema, y dijo a Raquel me voy, hoy lo conoceré. Hoy ira a su Templo

Quién dijo su hija Rebeca

El Mesías hija, el Mesías

Papá,

Déjalo Rebeca, dijo Raquel tu padre, ha perdido el rumbo. El Mesías aún no llegó.

Simeón se fue corriendo, se sentía ligero, allí se encontró con Ana su amiga, una jovencita de 84 años, enamorada de Yhv

Entonces vieron subir a una parejita joven, llevaban un bebito en brazos, se lo turnaban como si fuese su muñequito, llevaban también una jaulita con dos palomitas que serían sacrificadas, eran pobres

Simeón les salió al encuentro corriendo, lo mismo hizo Ana

Tomo al bebé en brazos, y mirando al Cielo dijo

Ahora Señor, puedes dejar ir en paz a tu siervo, porque mis ojos acaban de ver al Salvador que nos envías, luz para iluminar a los gentiles, y gloria y orgullo de tu Pueblo Israel, luego felicito y bendijo a los jóvenes papás, de pronto su rostro se nublo un poco, y dijo a la joven mamá, este niño será causa de que muchos caigan y se levanten en Israel, y a ti una espada de dolor, te traspasará el alma, para que se descubran los pensamientos de muchos corazones”

Jesús no paraba de llorar, extrañaba los brazos de sus papás, así que Simeón lo devolvió a su papá José

Mientras Simeón, oraba de nuevo en su interior.

Tranquilo Señor, no diré que eres Tú, ese niño, lo he sabido al ver tus ojos, eran son tan hermosos como el mar, y La Voz de su interior le dijo. “El niño tiene los ojos de su mamá”

Simeón regreso a su casa, contó lo sucedido con el joven matrimonio. Su mujer y su hija Rebeca se rieron, el Mesías un bebé de una pareja que no pudo aportar el cordero, no cabía duda. Simeón cada día estaba peor

Pero Simeón las corrigió, si llevaban el cordero, el corderillo, yo lo tuve en brazos, pero aún no tenía edad para el sacrificio.

No se puede sacrificar el animal que aún mama

Lo dicho hija, dijo Raquel tu padre está loco

Pero desde aquel día, Simeón ya no iba tanto al Templo, iba a la sinagoga.

Fin